«Entonces, el Hijo del Hombre, se sentará en su trono de gloria y reunirá en su presencia a todas las gentes, y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda».
Comenzaba así nuestro hermano D. José Luis Martínez Cabeza, dirigiéndose a un repleto Salón de Actos del Seminario Diocesano de Jaén, el pregón de nuestra Hermandad.
Previamente, había sido nuestro anterior pregonero, fundador, y actual Vocal de Formación, D. José Antonio Mingorance Benjunea, el encargado de introducirnos al pregonero. Además, el acto estuvo presentando por el Vocal Adjunto a Manifestaciones Públicas, D. Juan Ruiz Lara.
José Luis nos abrió su corazón desde el inicio, recordando «el día 9 de abril de 2006, a las 16:15», cuando se abrieron las puertas de San Félix de Valois por primera vez para ver salir nuestra cofradía. «Dieciséis años han pasado, y desde entonces, bendigo ese día, porque a partir de esa fecha, todo cambió para mí».
Reconoció que para él es un auténtico reto enfrentarse a unos folios en blanco, con una fecha límite de entrega, «sin saber si las musas aparecerán hoy o no». Pero también nos confesó, que en medio de este tiempo de incertidumbre, preguntó a su madre: «¿Pero de qué les voy a hablar? ¿Sobre qué escribo?». Obtuvo una respuesta contundente: «El espíritu va por dentro, José Luis, ve a la esencia y no fallarás».
Y no falló. José Luis tomó como eje central de su pregón a Cristo, quién instauró la Eucaristía, el amor al prójimo y la entrega sin límite.
Y así lo hizo también él. Se entregó a sus hermanos de la Santa Cena. Nos habló de Maranatha, obra teatral bien conocida por nuestra Hermandad y en la que él tuvo el honor de encarnar en el año 2008 el papel del mismo Jesucristo. Nos habló de Málaga, su Málaga adoptiva, lugar donde se ha empeñado en retomar las cosas que le gustan de su Jaén. Así nos lo contaba: «cogí un plano y me calcé unas zapatillas, y me puse a callejear haciendo turismo cofradiero. Sinceramente, no buscaba nada, y si buscaba algo… tampoco sabría decir qué».
Pero, finalmente, encontró. «Olía a HERMANDAD. Y ese intenso olor impregnó todos los poros de mi cuerpo. Ese era el olor que yo recordaba de nuestra cofradía». De esta manera nos contaba José Luis su llegada a la Hermandad de la Sagrada Cena de Málaga. «No me lo podía creer, 42 opciones y acabo bajo la misma advocación en otra ciudad».
También hubo tiempo en el pregón para recordar como «en la madrugada del 22 de diciembre nos despertamos con una triste noticia que conmovió a todos los cofrades y ciudadanos de Jaén». Un incendio en nuestra sede canónica, del que aún no se encuentra explicación a que el fuego no se propagara al resto del grupo escultórico de nuestra Hermandad. Como dijo José Luis, «en San Juan Pablo II ha ocurrido un milagro».
Y apelando a ese milagro, aseguraba José Luis, que «lo que nos ha ocurrido no nos va a hundir, al contrario, nos va a fortalecer, nos va a unir aún más, si cabe, pero siempre como resultado del trabajo de todos».
«Este va a ser el comienzo de una nueva época», afirmaba el pregonero llegando al final del texto. «Os convoco a todos, desde aquí, a ser apóstoles de Jesús Salvador. Debemos creer sin entender, debemos dar lo mejor de cada uno, debemos amarnos, y así será como veremos a nuestra cofradía de nuevo, en el lugar que se merece».
TÚ Y YO. Así titulaba José Luis el último apartado de su pregón, en el que quería quedarse a solas, frente a frente, con Jesús Salvador. A Él le pidió por los hermanos de la Santa Cena, por lo que están, por los que se fueron, por los que vendrán, por los que fallecieron, por Jaén, por la Iglesia, por los que sufren y por los que agonizan. También por lo que nacen, por los que luchan, por los que aman, por los que trabajan, por los que sueñan y por los que viven.
José Luis nos dejó su pregón, como «ofrenda de gratitud», y agradeció a los presentes la generosidad de haberlo acompañado y el honor que para él había supuesto.
«Gracias a todos, de todo corazón. He dicho». Gracias a ti, José Luis, gracias por pregonar a tu Hermandad de la Santa Cena.
Cerraron el acto las intervenciones de nuestro Hermano Mayor, D. Fernando Casado Aparicio, y de nuestro Capellán, D. Juan Francisco Ortiz.